Aprendí a
moverme, a hablar. Descubrí un mundo a medida que lo hacía yo mismo
entendiéndolo desde la vulnerabilidad latente en el código del programa inserto
en las partes mas pequeñas de todo. Mas
allá de lo salvaje y lo íntimo. No nos pertenece, no corresponde a la historia
de nuestra vida, ni a la vida de todos en todos los tiempos. Ese es el
misterio. Ahora bien.. aquí estoy, en medio de las presentes condiciones de una
vulgar existencia. Nos parece otra cosa.
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